jueves, 24 de enero de 2008

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL

En 1967, la Asociación Internacional de Literatura Infantil declaró al 2 de abril Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil por María Azucena Villoldo -¡Jamás serás poeta! –le dicen a Hans- ¡Tu único sitio es el manicomio! Pero en 1835, Hans empieza a publicar cuentos para niños: aparecen Pulgarcito, La sirenita, El traje nuevo del Emperador, El soldadito de plomo, El patito feo, El ruiseñor... Hans Christian Andersen (1805-1875) es uno de los más grandes escritores para niños. Con trabajo y perseverancia, aquel pobre patito feo del que todos se burlaban llegó a convertirse en el más deslumbrante de los cisnes. Y aun sigue fascinando con sus cuentos a gente de las más diversas edades. En su homenaje, el 2 de abril se celebra en el mundo el Día del Libro Infantil. Y una preciosa estatua de la Sirenita es hoy el símbolo de Dinamarca. Graciela Cabal, en Vidas de cuento En Argentina, miles de libros excelentes por dentro, honran la lucidez de los niños. Son obras que no manipulan la voluntad y enseñan a imaginar. Escritoras y escritores que ejercen y desafían la imaginación, esa usina de ideas sensibibles a la humanidad, tan necesaria para dignificar cualquier presente. Graciela Beatriz Cabal (1939-2004) es una de esas escritoras. Digna de representar, en este día, la producción de buenos libros para los más chicos, su particularidad consiste en el arte de plantear sin eufemismos ni estridencias, temas ocultados o evadidos en la familia, la escuela, la iglesia, el discurso oficial. Los libros celebrados hoy, no evaden, no disimulan, ni degradan la palabra. Valga un ejemplo de cómo la escritura literaria resguarda el corazón de los niños, y deja los ojos bien abiertos: Fueron días muy tristes, aquellos. ¡Cómo huían las madres tratando de salvar a sus pequeños hijos! Pero los soldados de Herodes las perseguían, se los arrancaban de los brazos y los mataban igual. -¡Nosotros no tenemos nada que ver! –se defendían los soldados-. ¡Nosotros nada más cumplimos órdenes, así que…! Pero Dios miraba y anotaba todo en su cabeza. ( Él no necesita papel y lápiz para acordarse de las caras y de los nombres de los que matan chicos). En: La Biblia contada por Graciela Cabal.